Dolor de cabeza, mal de cabeza.


Hay momentos en lo que estás a punto de decidir algo. Decidir si quieres macarrones con tomate o con queso. Si quieres unos zapatos u otros. Eso son decisiones banales. Son decisiones que normalmente luego no nos van a dar más dolor de cabeza. El dolor de cabeza viene cuando tienes que decidir si enviar un mensaje o no, si dejar pasar el dolor o no. Si seguir con la vida o desvanecerte detrás de las cortinas de tu habitación como cuando eras pequeña, haciendo como que no existias en este mundo porque habias roto un jarrón horrible del pasillo.


El dolor de cabeza no se va. Porque aunque acabes eligiendo, hasta que las consecuencias vienen , el no se va. Sigue ahí, recordándote que elegiste, que puede estar bien o mal. Pero que lo hiciste, y cuenta las horas o minutos que quedan para que llegue lo que tenga que llegar. Las cuenta con pequeños golpes en tu cráneo  golpes que te alinean las ideas, o que las borran aún más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Espero que os gustee

Seguidores